Motivación Intrínseca y Aprendizaje
El
aprendizaje es un proceso cognitivo, mediado, activo, significativo y complejo.
Para que un conocimiento sea útil este debe ser comprendido y para aprender es
necesario que trabajemos este conocimiento, construyéndolo para nosotros
mismos.
Vamos
a detenernos en un proceso psicológico fundamental a la hora de aprender, la
motivación.
Son
muchos los autores que han investigado sobre la motivación y son múltiples las
definiciones que de ella podemos dar, pero de una forma simple podemos
considerar que es aquella energía que nos impulsa a conseguir nuestros
objetivos.
La
motivación puede ser intrínseca, es decir, viene del propio individuo, o
extrínseca, pues proviene de recompensas del exterior.
¿Por
qué algo puede ser intrínsecamente motivante?
Son
muchos los aspectos involucrados, pero de una forma sencilla podemos decir, que
un grado intermedio de novedad, complejidad e imprevisibilidad son propiedades
que despiertan el interés, favorecen la curiosidad y el afán exploratorio. Y
esto depende en gran medida de cómo comparamos la información que obtenemos de
diversas fuentes.
Pero
además, existe una correspondencia entre estas características y el equilibrio
que tiene lugar entre la competencia del sujeto y el reto que está implicado en
la tarea.
Esta
motivación también se ve influenciada por la autopercepción que el individuo
tiene como persona competente, eficaz y con determinación para actuar.
En
la medida en que mejoremos estas características, nuestra motivación intrínseca
se verá potenciada y paralelamente nuestro proceso de aprendizaje y
satisfacción por aprender.
Aunque
las recompensas externas pueden impulsarnos a conseguir nuestros objetivos, un
exceso va en detrimento de la motivación intrínseca, que es aquella que nos
ayuda a disfrutar de lo que hacemos y a sentirnos dueños de nuestro propio
aprendizaje.

No hay comentarios:
Publicar un comentario